Pues es una de esas visitas poco deseadas, pero inevitables. Insectos o plagas acuden a comer para sobrevivir, y aunque no nos guste, así es el ciclo de la vida.
En este caso ha sido "el pulgón" el invasor. Nos hemos puesto manos a la obra para intentar controlarlo. Aquí nuestra compañera con la sulfatadora.
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